martes, 9 de enero de 2007

RBD implanta moda en esta década


Al abordar la estrecha relación entre moda y música, sobresalen los intérpretes que a lo largo del tiempo han creado los más variados y peculiares estilos, mismos que identifican a su imagen y prevalecen en el gusto del público, pues a su vez los adopta como tendencia.
México no ha sido la excepción, ya que varias generaciones han adoptado desde los mallones que en la década de los 80 caracterizaron la forma de vestir del grupo Flans, hasta los sacos en rojo y las faldas cuadriculadas del sexteto de pop RBD.
Ya fuera por ir conforme a la moda de la época o por seguir alguna tendencia en particular relacionada con los atuendos de agrupaciones como Timbiriche, Menudo y Fresas con Crema, por citar algunas, la influencia en los guardarropas de las mujeres era más explícita que en los de los hombres, aunque no estaban exentos.
Los trajes completos en azul con amarillo de Timbiriche, que años más tarde serían parte importante en su reencuentro, y posteriormente los cinturones anchos, los vestidos de Talía y la ropa holgada del resto de sus integrantes también marcaron la manera de vestir de la juventud en aquel momento.
Algunas generaciones posteriores se vieron influenciadas por las chamarras de cuero y faldas con crinolina que trajo consigo el primer álbum de La Onda Vaselina, que con el paso del tiempo evolucionaría junto con su público a un concepto grupero y más tarde emplearía una imagen pop y desenfadados. Parte importante del vínculo entre artista y fans también han sido las coreografías, mediante las cuales los seguidores y grupos como Jeans, Mercurio y Kabah se volvían uno en cada concierto.
Tras la desaparición de algunos conjuntos importantes en la escena nacional, cuya ausencia parecía haber dejado un hueco en el medio a finales de los años 90, el fenómeno que representó la telenovela juvenil ‘‘Rebelde’’ fue la proyección para que RBD recordara el fuerte éxito que desde hacía años no recaía en una banda.
Primero, el sexteto implantó una moda colegial gracias a la popularidad que obtuvo la historia producida por Pedro Damián; ahora, sus atuendos rasgados y de apariencia gastada determinaron la predilección del sector juvenil. ‘‘Algo que supimos al final de la novela es que muchas escuelas y hasta los papás habían pedido que los estudiantes tuvieran uniformes como los de Rebelde, hecho que se me hizo una locura pero a la vez algo genial, porque transmitimos algo enorme, somos una generación’’, afirmó Angelique Boyer, quien formó parte del elenco del melodrama.

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